La mente es nuestra herramienta más poderosa. No hay nada que no pueda hacer. Según numerosos estudios, genera activamente nuevas ideas incluso cuando descansamos o no hacemos nada. A menudo podemos encontrar soluciones a problemas difíciles simplemente después de una noche de sueño completo.
Así como nuestro estado físico depende de lo que le damos a nuestro cuerpo, nuestro estado mental depende de la calidad de la información que le damos a nuestro cerebro. Si alimentamos nuestro cerebro con datos de la vida real que le permitan resolver problemas fundamentales, procesará estos datos en segundo plano y ofrecerá soluciones inesperadas.
Es lamentable que la mayoría de las personas prefieran alimentar sus mentes no con hechos de la vida real que nos permitan cambiar el mundo, sino con series de Netflix o videos de TikTok al azar. En un nivel profundo, nuestro cerebro no puede distinguir la ficción de la realidad, por lo que la abundancia de entretenimiento digital mantiene nuestra mente subconsciente ocupada produciendo soluciones a problemas que no existen.
Para ser creativos y productivos, primero debemos despejar de nuestras mentes el fango pegajoso de contenido irrelevante con el que los “algoritmos de recomendación” lo inundan a diario. Si queremos recuperar nuestra libertad creativa, primero debemos recuperar el control de nuestras mentes.